Y tiene sus motivos:
Localización, vivimos en Cantabria y aunque muchas veces no somos conscientes, tenemos todo tipo de paisajes a tiro de piedra, podemos dirigirnos a una playa y en prácticamente 15 minutos adentrarnos en un bosque.
El entorno, la fotografía en exterior hace que tengamos un plató infinito, innumerables encuadres que nos permiten tomar un montón de imágenes. Por contra, el estudio nos limita más en este aspecto.
Luz, este punto quizá es el más peliagudo de todos, controlar adecuadamente la luz requiere innumerables horas de trabajo, además de saber elegir los días y las mejores horas que más favorecen el lugar que hemos elegido para nuestra sesión. Pero podéis estar seguros que las imágenes que se consiguen en un atarder pueden marcar la diferencia en cualquier reportaje.
Tranquilidad y diversión, no todos los niñ@s son iguales, en ocaciones ponerse delante de un desconocido a que te saque fotos, puede ser un poco incómodo al principio. Cuando salimos fuera todo esto cambia y desde que comienza la sesión los peques se sienten mucho más tranquilos. También os tengo que decir la verdad, bastan apenas 15 minutos para ganarte a la mayoría de niños y al final de la sesión se lo pasan genial, tanto en nuestro estudio como en una playa o similar…
Originalidad, esto es lo que más me gusta, hacer cosas diferentes en cada sesión, encontrar enclaves mágicos que hagan que los reportajes sean únicos. Y por suerte cuando salimos del estudio aunque vayamos a un sitio conocido, la luz, el paisaje cambiante o la hora, nos exige afrontar la sesión de manera única.
Duración, por lo general (o en mi caso) las sesiones al aire libre no se contabilizan por el número de fotos sino por el tiempo, suelen durar entre hora y hora y media. El número de fotos que entrego varía según la sesión, siendo habitual que os entregue unas 90 imágenes, pero en cualquier caso siempre van a ser muchas más de las 20 que como máximo entrego en las sesiones de estudio.
Como véis son muchos los puntos que hacen que cada día más familias decidan salir de lo convencional y hacer este tipo de sesiones, y antes de que me hagáis la pregunta que todas la mamás pensáis me anticipo ¿qué pasa si se mancha el vestido? tenéis razón aunque no es habitual esto puede ocurrir, en Cantabria en los meses de abril y mayo el clima no es muy favorable. Por ello os damos la opción de hacer la foto o fotos de vuestro recordatorio en nuestro estudio de Torrelavega y realizar la sesión postcomunión, es decir días después de que se celebre la comunión, vosotros elegís.
Todo lo dicho no desmerece para nada la fotografía de estudio, que sin duda tiene otras muchas ventajas que ya os contaré. Asique si todo lo anterior todavía no te ha convencido, sin lugar a dudas lo tuyo son las fotos de estudio, no lo dudes todavía estás a tiempo de reservar tu sesión…
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